Como Executive Coach encuentro que es muy habitual entre mis clientes el objetivo de mejorar su capacidad para relacionarse, para comunicarse, en determinadas circunstancias y con determinado tipo de interlocutores. Dentro del contexto de la capacidad para relacionarse, también es muy habitual que la solución consista en el desarrollo de la asertividad, o dicho de otro modo, el desarrollo de un estilo de comunicación más asertivo.
¿Qué es la asertividad? ¿Qué es un estilo asertivo?
Si tengo que definir la asertividad en pocas palabras, suelo decir que es un estilo de comunicación en el término medio entre un estilo agresivo o duro y un estilo pasivo o blando.
Ya lo dijo Aristóteles:
La virtud está en el término medio.
En los extremos encontramos el estilo agresivo o duro y el estilo pasivo o blando. Cada uno presenta una serie de inconvenientes que pueden afectar gravemente a tu eficacia, a tus resultados y a tu bienestar.
“Reconocimiento de Patrones No Asertivos”
En «The Assertiveness Workbook», Randy J. Paterson sugiere el Reconocimiento de Patrones No Asertivos. Paterson recomienda identificar tus patrones de comportamiento no asertivo, como la pasividad o la agresividad, ya que comprender estas tendencias es el primer paso para cambiarlas.
Vamos a analizar estos patrones no asertivos atendiendo a los inconvenientes asociados a estos estilos de comunicación.
Inconvenientes de un estilo agresivo o duro:
Daño a las Relaciones: El estilo agresivo erosiona, desgasta, las relaciones. Genera tensiones y conflictos que afectan a las relaciones, tanto personales como profesionales. Puede causar resentimiento y dañar la confianza, dificultando la construcción de relaciones sanas y cooperativas.
Respuesta Defensiva: Cuando alguien se comunica de manera agresiva, es probable que los demás respondan de forma defensiva. Esto puede escalar el conflicto en lugar de resolverlo, al crear un ciclo de agresión y defensa.
Reputación Negativa: Un estilo agresivo puede llevar a que otros perciban a la persona como hostil, poco cooperativa o difícil de tratar. Esto puede afectar negativamente la reputación de la persona, tanto en entornos sociales como profesionales.
Problemas de Salud Mental y Estrés: La agresividad constante puede contribuir al estrés tanto de la persona agresiva como de sus interlocutores. Además, puede estar asociada con problemas de salud mental como la ansiedad y la ira crónica.
Efectos en el Bienestar Emocional: La agresividad a menudo implica no escuchar ni considerar los sentimientos y necesidades de los demás, lo que puede llevar a un aislamiento emocional y una falta de apoyo social.
Problemas Profesionales: La agresividad y sus efectos sobre las relaciones, la reputación, etc. puede limitar seriamente el desarrollo profesional. En casos extremos, la agresividad, puede tener consecuencias profesionales graves, como demandas, acciones disciplinarias o incluso el despido.
Falta de Eficacia a Largo Plazo: Aunque la agresividad puede ser efectiva a corto plazo para lograr ciertos objetivos, normalmente es contraproducente a largo plazo. Puede llevar a soluciones que no son sostenibles o a decisiones que no toman en cuenta los intereses de todas las partes involucradas.
Inconvenientes de un estilo pasivo o blando:
No Satisfacción de Necesidades Personales: Al no expresar sus propias necesidades y deseos, una persona con un estilo pasivo a menudo se encuentra en situaciones donde sus necesidades no son atendidas o reconocidas.
Acumulación de Resentimiento: La falta de expresión puede llevar a la acumulación de frustraciones y resentimientos, ya que las personas pasivas tienden a guardar para sí mismas sus sentimientos negativos.
Baja Autoestima: La comunicación pasiva puede estar asociada con una baja autoestima y una falta de confianza. Al no defender sus propios intereses, la persona puede sentirse menos valiosa o importante.
Dependencia de los Demás: Las personas pasivas a menudo dependen de los demás para tomar decisiones y pueden sentirse incapaces de actuar independientemente, lo que limita su autonomía.
Percepción de Debilidad o Falta de Confianza: En el entorno laboral o social, un estilo pasivo puede ser interpretado como falta de confianza o de competencia, lo que puede afectar negativamente la percepción de los demás y las oportunidades de desarrollo o liderazgo.
Manipulación por Parte de Otros: Las personas con un estilo pasivo son más susceptibles a ser manipuladas o aprovechadas por otros, ya que tienden a ceder fácilmente a las demandas o deseos de los demás.
Problemas de Comunicación en Relaciones: Este estilo puede llevar a malentendidos y conflictos en relaciones personales, ya que no comunicar los propios sentimientos y necesidades puede causar desconexión y falta de entendimiento mutuo.
Estrés y Ansiedad: La incapacidad para expresarse adecuadamente y defender sus propios intereses puede generar estrés y ansiedad, afectando el bienestar mental y emocional.
Conclusión:
Sin llegar necesariamente a los extremos, la gran mayoría de las personas mostramos una tendencia hacia la agresividad o la pasividad y podemos notar, en mayor o menor medida, las consecuencias de esta tendencia.
¿De qué lado estás? ¿Cuál es tu estilo?
Conocer esta tendencia te servirá para descubrir tu camino hacia la asertivida.
El camino para el desarrollo de la asertividad es diferente en función de tu punto de partida.
Las pautas para el desarrollo de un estilo asertivo en una personas con un estilo agrseivo son muy diferentes de las puatuas para el desarrollo de un estilo de comunicación asertivo en una persona con un estilo pasivo.
En próximas entradas de este blog podrás descubrir estrategias para el desarrollo de un estilo asertivo, tanto si partes de un estilo agresivo como si partes de un estilo pasivo.
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