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3 recursos para liderar en la incertidumbre

La incertidumbre es esa falta de seguridad o certeza que causa inquietud, malestar.

En general preferimos la certeza, lo conocido. Hay estudios que muestran que respondemos mejor a la certeza de una mala noticia que a la incertidumbre.

¿Qué podemos hacer para sobrellevar la incertidumbre?

¿Cómo liderar en la incertidumbre?

En mayor o menor medida la incertidumbre siempre ha estado en la agenda del líder porque una de sus funciones es la de guiar a los suyos hacia un futuro, por definición, incierto.

Pero, sin duda, circunstancias como las actuales, provocadas por una pandemia, se caracterizan por un nivel de incertidumbre fuera de lo común.

¿Cómo liderar con un nivel de incertidumbre tan extraordinario?

#1 Escenarios

Trabajar con escenarios es, quizá, el recurso más clásico del management para lidiar con la incertidumbre. Al no saber a qué atenernos, nos preparamos para diferentes situaciones posibles. 

¿Cómo definir un escenario?

Identifica las variables que utilizas para valorar un escenario, los factores que favorecen o perjudican tus intereses. A continuación define diferentes escenarios en función de los posibles valores de esas variables.

Obviamente, si definimos cinco escenarios, nos preparamos mejor que si definimos tres, pero tres escenarios pueden ser suficientes.

Piensa en el mejor escenario posible, en el peor y por último un intermedio. Si quieres continuar este desarrollo y pasar de tres a cinco escenarios, define un escenario entre el peor y el intermedio, y otro escenario entre el mejor y el intermedio.

Con este planteamiento es muy probable que la realidad que finalmente se materialice se parezca mucho a alguno de los escenarios definidos. 

No se trata solo de definir escenarios, lo más importante es diseñar un plan de acción para cada escenario y también un plan de contingencia para atender a las variaciones que presente la realidad en relación al escenario al cual se parece y para el que has definido el plan de acción.

Al definirlos, pensamos en escenarios posibles, pero también los considerarás más o menos probables: puedes prepararte mejor para los escenarios que consideres más probables, sin desatender los demás.

Por último, no subestimes la capacidad de la realidad para sorprendernos.

#2 Certezas

Se trata de poner atención en lo que tienes en lugar de ponerla en lo que te falta. Incluso en situaciones de gran incertidumbre podemos encontrar algunas certezas. 

Hay estudios que muestran que preferimos una certeza desfavorable a la incertidumbre.

Uno de estos estudios (Arntz, A., Van Eck, M., & de Jong, P. J.1992) consiguió medir mayor incomodidad, miedo, en un grupo de participantes al que se comunicó que iban a recibir 20 descargas, solo 3 de las cuales serían intensas, que en otro grupo al que se comunicó que iban a recibir 20 descargas eléctricas intensas.

La certeza, aunque sea de una circunstancia desfavorable, nos permite aceptar esa situación y prepararnos, adaptarnos.

Buena parte del malestar que genera la incertidumbre se debe a la impotencia derivada de no saber a qué atenerse, qué hacer.

Identifica las certezas y trabaja sobre ellas: trata de prevenir o minimizar su impacto si son desfavorables y aprovéchalas si son favorables.

Lo más importante es el plan de acción. Esto pone al equipo de nuevo “en la cancha”.

#3 Esperanza

La esperanza se define (RAE) como un “estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea”.

¿Cuál es el origen de ese estado de ánimo? ¿Dónde se presenta como alcanzable lo que se desea?

Nuestra emocionalidad tiene su origen en nuestra mente, en nuestros pensamientos, en nuestros juicios. Es ahí donde, si se presenta como alcanzable lo que se desea, tiene su origen la esperanza.

La esperanza consiste en creer que se logrará lo que se pretende, que se realizará lo que se desea.

La esperanza está orientada al futuro, incierto por definición.

Si eres capaz de crear una visión de futuro en la que alcanzar lo que deseas tendrás la semilla de la esperanza, y, como líder, si eres capaz de hacer de esa visión una visión compartida, habrás sembrado la esperanza en tu equipo.

Espero que el fruto de esa esperanza sea el logro de vuestro propósito.

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