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Cómo te ven: tu imagen pública

Un aumento, un ascenso, una venta, aprobación, reconocimiento… hay infinidad de circunstancias que dependen de cómo te ven los demás, de tu imagen pública.

Por eso, como dice la sabiduría popular: “no solo hay que serlo, sino parecerlo”.

Por ejemplo: no solo hay que ser eficaz, capaz, competente; sino parecer eficaz, capaz, competente.

Te propongo un sencillo ejercicio que te permitirá descubrir tu Imagen Pública y mejorarla.

Vives en sociedad, formas parte de un mercado, de una organización, de un equipo, de diversas comunidades, grupos, de una familia… En un contexto social:

¡Tan importante como serlo es parecerlo!

¿Por qué?

Diferentes formas de aprobación y reconocimiento que vienen de tus amigos, managers o clientes, tales como una invitación, un ascenso o una venta, dependen de cómo te ven (no solo de como eres).

Además de su utilidad social, el ejercicio de Imagen Pública es una buena forma de conocerte mejor e impulsar tu desarrollo personal y profesional.

El ejercicio de Imagen Pública es una forma sencilla y eficaz de conocer cómo te perciben otras personas.

Este ejercicio consiste en pedir a un público objetivo que comparta contigo su percepción sobre ti.

En primer lugar elige al público objetivo, aquellas personas a las que vas a dirigir tu petición.

Si te interesa tener una visión global de tu Imagen Pública te puedes dirigir a colectivos diversos como pueden ser familiares, amigos y personas con las que trabajas.

Si te interesa algo más concreto, como tu Imagen Pública en el ámbito profesional, te dirigirás a colectivos diversos de este ámbito: clientes, proveedores, colaboradores, pares y/o superiores.

También podría interesarte algo muy concreto como, por ejemplo, tu Imagen Pública entre tus colaboradores. 

En todos los casos conviene buscar cierta diversidad en las personas a las que te vas a dirigir. Así lograrás una muestra más representativa. 

Siguiendo con el ejemplo, podrías dirigirte a diversos tipos de colaboradores atendiendo a criterios demográficos como el género o la edad; o a otros criterios como una colaboración más o menos estrecha, una relación más o menos antigua, etc.

Una vez elegidas las personas a las que te vas a dirigir, el siguiente paso es pedir  esta información, pedir feedback.

Mi recomendación es hacer esta petición por escrito, a través de un email, y pedir su respuesta del mismo modo.

Obviamente también podrías pedir esta colaboración en persona, pero pienso que hacerlo por email tiene ventajas que lo hacen preferible:

Es más respetuoso con la agenda de la otra persona. Tu lo envías cuando quieras y la persona lo atenderá (si quiere) cuando pueda. Así lo habrás explicitado en el email.

Permite a la persona tomarse su tiempo para reflexionar sobre su respuesta.

Es más fácil que la otra persona sea sincera en este formato de comunicación menos directa que el cara a cara.

Es más formal y estructurado como suele serlo la comunicación escrita vs la oral.

Vamos con el contenido de esta petición.

Lo ideal es que escribas el email con tus propias palabras así que simplemente te indico la estructura y contenido básico que debería tener esta petición: Introducción, petición y cierre.

Introducción:

Contextualizar la petición. Por ejemplo, explicar que forma parte de un ejercicio para facilitar tu desarrollo personal y profesional.

Petición:

La petición es muy sencilla: 3 Características personales que valora en ti y 3 Áreas de mejora.

Lo más importante, lo que dará calidad a este feedback, es que vaya acompañado de algunos ejemplos de hechos en los que se basa.

Por ejemplo, te puedo decir que valoro en ti que eres una persona atenta,  porque en dos ocasiones concretas que he necesitado tu ayuda me la has prestado, e incluso me has ofrecido tu ayuda en otras tres ocasiones concretas.

Así entenderás mejor que significa eso de que “eres una persona atenta”.

También puedes pedir sugerencias para el desarrollo de tus áreas de mejora, preguntando ¿Qué puedes hacer para mejorar? o ¿Cómo mejorar en esas áreas?

Cierre:

Recordar que se trata de una petición a la que puede responder o no, sin compromiso. 

Pedir que responda por email si decide hacerlo.

Agradecer su colaboración.

Tienes el público objetivo y el email con la petición de colaboración, ahora…

Antes siquiera de pedir feedback tienes que prepararte para recibir feedback. Ahí van algunas recomendaciones

Tómalo como un regalo que puede facilitar tu desarrollo y, como tal, agradecerlo.

Si crees que ese feedback no te sirve lo agradeces igualmente, si más.

No es necesario que te justifiques o trates de discutir la percepción de la otra persona.

Ten en cuenta que es una percepción subjetiva de otra persona.

Recuerda que se trata de la percepción que generas, de cómo te ven,  no de lo que eres, y una vez detectada puedes cambiar esa percepción si te lo propones. 

Busca coincidencias en el feedback de diversas personas para detectar la percepción que generas de forma más recurrente.

Teniendo en cuenta estas consideraciones previas, analiza la información, saca tus conclusiones y diseña tu plan de acción para mejorar tu Imagen Pública.

Recuerda que puedes utilizar las sugerencias recibidas.

Ya tienes lo necesario para empezar a mejorar en tu Imagen Pública.

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